Desde que el virus se instaló en nuestras vidas andamos todos muy preocupados indagando en toda clase de foros noticias esperanzadoras sobre el descubrimiento de la vacuna que nos permita deshacernos de la enfermedad y volver a nuestro habitual estado de autocomplacencia.
Cualquier observador sensato de esta realidad histórica pensaría que, una vez instaurada la democracia en los años setenta del pasado siglo, la mayoría de los partidos políticos y de los ciudadanos abominarían de lo sucedido en aquel periodo.
El derecho de propiedad sobre la Catedral de Córdoba
por Basilio J. Aguirre
Hace un par de semanas empezó a circular por las redes sociales y por Internet una serie de escritos y propuestas que, en suma, venían a denunciar que en el año 2006 la Iglesia había inscrito en el Registro de la Propiedad la Mezquita.
Estos adalides de la democracia amenazan de la siguiente forma: Nuestra obligación como jueces garantes de los derechos fundamentales de los trabajadores es continuar aplicando las leyes laborales conforme a los principios y valores constitucionales, poniendo freno a los posibles abusos de tan amplias posibilidades de disposición del contrato de trabajo que se otorgan al empresario.
Nuestros socialistas de todos los partidos no se cansan de recordarnos día tras día, que hay ciertas parcelas de la vida –en realidad, para ellos son la gran mayoría- que no pueden dejarse en manos del mercado.
La falta de respeto a la libertad religiosa es uno de los principales síntomas del deterioro del concepto mismo de libertad. Todos los sistemas liberticidas que hemos conocido en los últimos ciento cincuenta años han demostrado especial inquina en la persecución religiosa.
La gran mascarada del movimiento de los indignados
por Basilio J. Aguirre
Es cierto que la habilidad más notable de nuestra izquierda, es la de ignorar de manera absoluta la realidad a la hora de hacer cualquier análisis político. En España lo estamos viendo de forma nítida desde hace aproximadamente un mes, con el denominado movimiento del 15 M.